RAZONAMIENTO
CLÍNICO

¡Nuestra arma más poderosa!

¿Qué es eso del razonamiento clínico?

Bien es cierto que un ecógrafo nos puede ayudar a confirmar/descartar ciertas entidades clínicas, pero sería un gran error utilizarlo sin conocer el contexto de la persona; cómo se comporta su dolor; qué variaciones tiene; o qué factores contribuyentes pueden entrar en juego a la hora de confirmar un cuadro clínico (una lesión específica).

Lo que nos diferencia

Si hay algo que nos diferencia respecto a otras clínicas es la práctica basada en RAZONAMIENTO CLÍNICO.

Mas allá de cualquier “técnica innovadora”, ésta es realmente la fisioterapia avanzada, la que se centra en el paciente, en su problema, y tras una exhaustiva valoración inicial, plantea una solución basada en evidencia para que podamos continuar con nuestra vida diaria con normalidad.

Encontrar la causalidad y sobretodo, relacionar todos los datos clínicos del paciente para describir su problema con la mayor exactitud posible, es el fin de nuestra sesión inicial de fisioterapia.

¿De dónde me viene el dolor?

En el cuerpo tenemos muchos tejidos que pueden ser fuente de síntomas, como un hueso, un músculo, un nervio… Cada uno de estos tejidos se conforma de un tipo de célula diferente, y por lo tanto, necesita de tratamientos específicos para recuperarse.

Por ejemplo, no es lo mismo la recuperación de un nervio, que la de un músculo, ni que la de un hueso. Por lo tanto, conocer la fuente del dolor, o el tejido que está provocando ese daño, será crucial para establecer un tratamiento específico para ese problema.

Algo que hemos hecho mal como profesionales (y en muchos casos se sigue haciendo), es intuir que un masaje o una máquina de radiofrecuencia vale para curar todos estos tejidos.

¿Os dais cuenta de la barbaridad que es decir esto? ¡Es imposible que un masaje cure a un hueso, o a un nervio! Lo que sí puede hacer un masaje es modular la percepción que tenemos sobre el dolor en el mejor de los casos, pero nunca curar una patología.

El paso del tiempo y una buena gestión de la patología sí que hará que el tejido se cure. Con esto, no queremos decir que el masaje no valga para nada, claro que sí, pero debe utilizarse con responsabilidad clínica.

En esto somos buenos. En discernir qué tejido; en la culpa de tu dolor, y establecer un camino basado en consecución de objetivos para que vuelvas a hacer tu deporte sin limitaciones, entendiendo el porqué, sin hacerte dependiente de tratamientos con máquinas, en muchos casos absurdas con respecto al origen del problema.